satisfacción de la UCR por la bajada de Dunamar
Había formulado un pedido para que la bajada sea realizada con tierra, en reemplazo de las piedras. Se mostró "complacido" porque el Organismo Descentralizado de Claromecó accedió a esta solicitud
En respuesta al pedido formulado por la UCR, por el cual se solicitaba que "se regularice la situación de las bajadas vehiculares a la playa, tanto en Claromecó como en Dunamar", el Organismo Descentralizado Claromecó Servicios Turísticos preparó el lugar para el descenso de vehículos en Dunamar con tierra. Así fueron reemplazadas las piedras, cuya utilización el radicalismo oportunamente cuestionó por entender que no son degradables.
De esta manera, se cumplió con lo establecido por el artículo 12 de la ordenanza N 5696/07, que expresa que "el acceso de vehículos hacia la playa deberá efectuarse exclusivamente por las bajadas autorizadas, que deberán ser construidas de manera de evitar la contaminación de la playa con restos de materiales y que puedan ser removidas una vez transcurrida la temporada estival".
El concejal Raúl Alí, quien había formulado el pedido a la delegada María Angélica Souto, se mostró conforme con los resultados. Al respecto, expresó: "Habíamos hecho más de una sugerencia para evitar la tosca, que no es degradable. Hace diez días que desde el Departamento Ejecutivo han decidido hacer la bajada con tierra negra. Estuvimos el viernes con la concejal Naveyra en Claromecó, y parece que da muy buen resultado, incluso parecía un pavimento".
El ejemplo de Marisol
Alí señaló que la idea de hacer una bajada de tierra "no había sido una ocurrencia nuestra", sino que fue tomada del ejemplo de Marisol. En este sentido, explicó que "en caso de que se llene de arena, se puede pasar una motoniveladora que permitiría que la tierra permanezca apisonada y que se despeje la arena".
Según informó Alí, la otra opción que se había considerado, a la hora de dar solución al problema de las bajadas, era "hacerlas con madera resistente, un material que puede ser removido y limpiado en forma diaria". Y la última posibilidad era "hacerlas con la misma arena, pero mediante riego, apisonada con maquinaria municipal". Al respecto, observó que "dentro de las opciones, creo que esta ha sido una buena alternativa para evitar la piedra".
Controles periódicos
Por último, Alí informó que -junto con Marta Naveyra-, están realizando visitas periódicas a las localidades balnearias de Orense, Reta y Claromecó. Indicó al comentar la finalidad de esta iniciativa que "siempre estamos observando y tratando de aportar sugerencias".
En el cierre del diálogo con este diario, se pronunció a favor de la demolición del edificio dañado en su estructura, conocido como "el esqueleto", ubicado en calles 9 entre 32 y 34 de Claromecó. "Aparentemente está la decisión de parte del Departamento Ejecutivo de demolerlo. Pero entendemos que se están realizando gestiones judiciales de por medio. Si hubiera un informe lógico que implique los riesgos que ese edificio tiene, creo que la demolición habría que hacerla de forma inmediata, independientemente de los costos, porque es un tema de seguridad", concluyó.
No es un riesgo sólo para los vecinos de la zona sino para todo Claromecó que se venga abajo ese edificio.
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