“Encontramos una exitosa afluencia de turistas que disfrutan de los beneficios de sus playas y al mismo tiempo, vemos que el Ente Descentralizado, no trabajó en forma suficiente y organizada durante todo el año a fin de brindar mejores condiciones antes del inicio de la temporada.
Sabemos de tormentas y temporales que ocurrieron pero esto no es motivo suficiente para que la previsión y la organización que debieran existir cuando se conoce que el incremento poblacional multiplica las necesidades de que haya calles internas sin pozos, sin acumulación de aguas estancadas en muchos casos y desde hace meses. Problema éste que ya ha tenido suficientes reclamos de vecinos y desde nuestro bloque. Y que también afecta a quienes habitan Claromecó durante todo el año y a quienes también es necesario brindarles mejores condiciones.
Ramas secas y árboles caídos en distintos puntos de la localidad incluyendo Dunamar, dificultan el tránsito y la seguridad y afecta a la estética del lugar dando un aspecto de abandono y suciedad.
La Plaza de la Reserva, mantiene la falta de iluminación, carencia de basureros, de bancos, de veredas y falta de poda en sus árboles. Al menos para dar más luminosidad y seguridad se hubiera previsto una poda correctiva y despojar de algunas ramas que obstruyen el paso de la luz.
¡Lamentable! Las condiciones del basural (ramas secas, escombros , chatarra, pescado…) que se encuentra dentro del vivero, a cielo abierto, con trabajadores seleccionando la basura sin ningún tipo de resguardo de seguridad e higiene, sin guantes, ni barbijos, ni agua, ni parasol, etc.;en fin todas las medidas de las que se jactan desde la Secretaria de Medio Ambiente y si bien sabemos que es un área que no deja de capacitar, informar, y ocuparse en todo el municipio, justo en este lugar parece que las medidas no llegaron a tiempo.
La bajada de los pescadores de Dunamar estuvo siempre en etapa de mejoras, pero que justo la nivelación de la calle antes de la curva, se terminó 24 o 48 horas antes del certamen de pesca del día 7 del corriente. Tampoco se cortaron plantas que obstruían la buena visión para los conductores. Tampoco se hicieron los carteles de señalización como “precaución”, “curvas”, “número de calles”, “prohibido arrojar ramas”, y otras, que aporten a la seguridad, a orientar al visitante y a la prevención de incendios aunque se dice que se está trabajando para ello.
En el tan promocionado Paseo del Arroyo nos encontramos con una cuadra en la avenida 15, entre 12 y 10, en cercanía de Puerto Mosquito, un sector con media calle socavada más troncos de grandes dimensiones caídos. ¿Desidia?, ¿negligencia?
De las sillas anfibias nada. El cartel pagado por una empresa local, ni siquiera fue colocado. Ninguna información, ¿cómo enterarse de ese servicio?
Si bien la costanera ha producido cambios favorables con sus deks, sus sombrillas pintorescas, el encuadre de las bajadas, dando un aspecto más cuidado y moderno, tenemos unos baños públicos que necesitan más mantenimiento edilicio, principalmente el más céntrico y más antiguo.
Se puede continuar la enumeración con el semáforo de la avenida 26 y 15, qué función cumple. La luz intermitente no alcanza para solucionar el problema del tránsito en la intersección de 2 avenidas a la entrada de la villa. En horas pico, con ausencia de quien dirija el tránsito (inspectores), es una odisea cruzar la calzada. Con un simple prohibido girar a la izquierda para los vehículos, se mejoraría el desplazamiento y se disminuiría el peligro de accidentes.
Es de esperar que para este año, con el presupuesto adjudicado al Ente Descentralizado (que es mayor a la suma de los presupuestos del resto de las localidades), se destinen los esfuerzos en forma más organizada, durante todo el año. Mucha gente eligió este lugar para vivir, producir, crecer, y merece también mejores condiciones.
Este Bloque durante todo el año, ha señalado estas problemáticas y otras, en reuniones de trabajo y en el recinto del Concejo; ha trasladado inquietudes de vecinos a los funcionarios correspondientes; ha aportado ideas, sugerencias y propuestas; ha acompañado las decisiones necesarias y ha escuchado el compromiso de que todo iba a hacerse para cuando comenzara la temporada. Todo está a la vista. Planeamiento, previsión y un trabajo sostenido durante todo el año para los que habitan Claromecó y para los que lo visitan en temporada,… eso es lo que falta”.