martes, 6 de enero de 2015

claromecó, a un año del incendio de la estación forestal

la voz del pueblo - 06/01/2015
Pasó un año pero el dolor sigue como el primer día
 
Hoy se cumplen 365 días del incendio en el Vivero y todavía las sensaciones de tristeza continúan entre pobladores y turistas. Omar Burón vivió de cerca el siniestro de 2014. No se lamenta por lo que le sucedió, pero sí por las consecuencias que generó el fuego en la mencionada reserva natural
 
Omar Burón, concesionario del camping Luz y Fuerza, quien estuvo cuatro días internado en el Hospital Italiano de Buenos Aires para comenzar a recuperarse de las heridas que le ocasionó el fuego

A simple vista, la escena reflejó una postal dramática. La imagen de Omar Burón escapando de las llamas en la ventosa y calurosa mañana del 6 de enero de 2014 recorrió el país. Es que el voraz incendio que en aquella triste jornada azotó la Estación Forestal de Claromecó tuvo repercusión nacional.
Hoy, exactamente hoy, se cumple un año del recordado y lamentable episodio. Desde ese día, el Vivero nunca más recuperó la hermosa forestación que tenía hasta la mañana de ese lunes.
Los tres meses de sequía, más los 35 grados y los 50 kilómetros de viento norte fueron las condiciones presentadas en aquel 6 de enero. Eso fue letal para que el fuego que se inició "nunca se conocieron sus causas- a las diez de la mañana en la banquina de la ruta 73 haya avanzado a pasos agigantados por un campo minado por rastrojos secos.
Esos mismos rastrojos ardieron y el siniestro llegó rápidamente a la forestación del Vivero. Las llamas arruinaron en pocas horas una innumerable cantidad de plantaciones. Y todo Claromecó -vecinos y turistas- se lamentó ante tremenda pérdida. Nada pudo hacerse. El fuego corrió a una velocidad impensada y en menos de un día se destruyó lo que tardó décadas en crecer.
Omar Burón, concesionario del camping Luz y Fuerza, estuvo cara a cara con el fuego, al igual que los Bomberos Voluntarios de Claromecó. Carolina Mulder registró el instante en el que Burón escapó de su camioneta envuelta en llamas. La imagen recorrió el país, incluso fue la foto principal en la portada del diario Clarín. Y también la de este medio.
Hoy se cumple un año del siniestro en la Estación Forestal. El hecho generó dolor y tristeza en todos. Burón dijo que lo que le sucedió a él pasó a ser una anécdota, pero todavía lamentó las consecuencias que el fuego dejó en el Vivero.
Las secuelas de ese día son visibles en su mano izquierda. "Son las únicas marcas que me quedan y ya se están cubriendo", sostuvo.
No fue un día más
El 6 de enero de 2014 el calor era sofocante. Y en fuerte viento norte que sopló ese día hizo que la jornada fuera más insoportable todavía. "Yo estaba por empezar a regar las calles internas del camping y me llaman los bomberos para pedirme colaboración, sabiendo que tengo una autobomba de arrastre", recordó.
En ese momento, los recursos -humanos y técnicos- de los servidores públicos se encontraban limitados. El gran incendio desatado en Marisol el día antes hizo que una parte del cuerpo de bomberos de Claromecó fuera a dar apoyo a sus colegas.
Ante eso, Burón accedió al pedido y con su camioneta llegó hasta el lugar donde se originó el fuego. "Había mucho viento norte y un calor de 38 ó 39 grados que se sumaba a una sequía de cuatro meses", expresó.
Previo a ir hasta el primer foco de incendio, se dirigió hasta el cuartel. Allí, junto a otros bomberos, buscó poner en marcha un tractor municipal para poder llegar hasta el lugar del incendio. "Si hubiera arrancado, no pasaba lo que pasó", dijo con lamento.
Entonces, con su camioneta y la autobomba de arrastre enganchada partió hasta el campo de Aristemuño, donde las llamas arrasaban con fuerza hacia el Vivero.
"Cuando ya estábamos ahí, tomamos todos los recaudos y lo teníamos lejos al fuego. Fácil, a unos 80 metros", relató. "Tiramos la línea y pusimos en marcha la bomba, pero el agua no llegaba al incendio", señaló Burón.
"No sé qué pasó. Nosotros estábamos lejos del fuego. Según mi hijo -presente en el lugar- cayó algo prendido sobre la camioneta, hizo una explosión y fue envuelta por las llamas junto al carro", expresó.
"Es real, pero..."
Es la primera vez que Omar Burón hace público lo que vivió en esa recordada mañana de enero. Y no dudó en aclarar que "la foto que Carolina Mulder es real, aunque no es lo que se ve. El fuego pasó por debajo de la camioneta, pero quedó en marcha. Nunca me encajé, como se dijo".
Burón, luego que su rodado fue envuelto por las llamas, intentó salir con el vehículo, pero "la camioneta se para por falta de oxigeno". Y agregó que "a mí lo que me quemó los brazos y la cara fue el calor, no el fuego. Si yo hubiera tenido el vidrio cerrado de la puerta del acompañante, no me pasaba nada".
Mientras el responsable del camping Luz y Fuerza miraba la portada que este diario publicó el pasado 7 de enero, relató que "cuando bajo de la camioneta, el fuego estaba como a diez metros mío pero en la foto parece que yo salgo de adentro de las llamas".
"Todo lo que el plástico de la camioneta se derritió por el calor. Sólo se quemó superficialmente de la camioneta hacia abajo. Y tampoco se reventaron las cubiertas, pero sí se deformaron", puntualizó.
"Hoy, es anécdota"
Burón tiene en claro que nada ni nadie va a modificar lo que le sucedió a él, un hecho que "un año después de haber ocurrido- lo minimiza. Pero el dolor que siente está directamente relacionado con las consecuencias que el fuego generó en la Estación Forestal.
"Hoy, esto que pasé es una anécdota", dijo Burón cuando señaló la imagen que lo involucró y que recorrió el país. "Lo material, que es lo que perdí, se recupera. El Vivero, en cambio, no se recupera más", siguió lamentándose.
Sintió que "si nosotros lográbamos apagar el fuego en ese campo, salvábamos un porcentaje muy elevado de la Estación Forestal". En su relato, no olvidó mencionar el rol de los bomberos de Claromecó. "Fue impresionante el trabajo que hicieron. Corrieron un riesgo muy grande y se jugaron la vida. Ellos sí realmente estuvieron adentro del fuego".
Cerca de las 13 de ese 6 de enero, Burón, trasladado por Héctor Poggi, concurrió al Hospitalito para recibir las primeras curaciones preventivas en su rostro y en sus brazos. "Cuando ya estaba todo quemado, se bajaron los decibeles. Al camping llego a las tres de la tarde y ahí veo que algunos bomberos tenían síntomas de asfixia", afirmó.
"Ese día estuvo el gobernador -Daniel Scioli-. Hizo muchas promesas pero no cumplió ninguna", apuntó Burón, quien recordó que estuvo internado en el Sanatorio Hispano por prevención. "Yo estaba quemado, pero no sentía nada. Las lesiones eran superficiales y de poco grado. Parecía más de lo que realmente era".
Para tranquilidad, fue trasladado a la Ciudad de Buenos Aires. Estuvo internado cuatro días en el Hospital Italiano, donde le efectuaron complejos estudios médicos. "Me vio un cirujano plástico, que me hizo parir", recordó Burón. "Eso fue lo peor del incendio. Mi brazo izquierdo era una ampolla, pero no me dolía".
"Fue terrible cuando le pasó el bisturí y cuando me lavó con una gasa. Luego me aislaron por el tema de los virus intrahospitalarios", sostuvo. Y agregó que los profesionales de Buenos Aires "se asombraron por el poder de cicatrización que tenía. En la cara tenía todo ampollado". Entre risas, manifestó que "parecía que me hubieran hecho un lifting. Me estiraron todo y quedé "pi-pí cu-cú...".
"Pasó un año. ¿Y..."
Burón se lamentó por las consecuencias que generó el voraz incendio del 6 de enero de 2014. "Ya pasó un año del fuego. ¿Y... Cuándo recuperamos el Vivero?", se preguntó.
"En su momento fue todo apoyo. ¿Y dónde está el apoyo ahora?", se volvió a cuestionar Burón, quien aseguró que desde que ocurrió el siniestro y hasta los días que transcurren no ingresó al interior de la Estación Forestal.



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