acerca de la polémica de los boliches en claromecó

carta enviada por la sra. Alicia Hurtado
jueves 28 de enero 2016


Estos días, no nos engañemos, casi finalizando la temporada veraniega en nuestra principal villa balnearia, ha recrudecido la polémica respecto de los boliches bailables, la música, los ruidos, el consumo de alcohol y/ u otras sustancias, el descanso de los turistas...
Nada nuevo bajo el sol. Solo que es como un juego entre el gobierno (que ya tiene 12 años en el poder) y los ciudadanos. 

Nada ha sido construido en las playas, contradiciendo las normas, sin el permiso de la actual administración, o sea que partimos de un mal comienzo: si yo, autoridad, autorizo edificar lo que no debería, mal puedo después exigir que se cumplan otras reglas. Así que el problema de los locales bailables, su ubicación espacial, etc., etc., no es un tema de sencilla resolución. Tampoco parece ser simple esa idea de crear una especie de ghetto para concentrar esos locales, que, no tengan duda, solo trasladaría los problemas, no los solucionaría. 

También me ha llamado la atención, apenas unos metros más allá del faro, emblema claromequense  si los hay, una especie de asentamiento en el que se mezclan carpas, autoportantes, colectivos,  casillas y hasta alguna precaria construcción con chapas y lonas. No vi baños químicos ni nada que no haga suponer que los médanos y tamariscos cumplen la función de WC. 

Y por hoy, dejo de lado mis dudas, prometiendo ocuparme de la gran duda que suscita en muchos, que puedan emplearse cientos de miles de pesos en contratar una primera figura para la fiesta del trigo, mientras que se ha dejado sin trabajo a los trabajadores tercerizados para limpieza y seguridad del hospital aduciendo crisis económica. Pero esto será motivo de otra nota.

 Alicia Hurtado