domingo, 4 de diciembre de 2011

erosión costera, las playas de la provincia

las playas de la provincia, en retroceso
la voz del pueblo - 02/12/2012

La naturaleza y la mano del hombre, por el cambio climático y la erosión, llevaron a la pérdida de amplias franjas de arena en parte de la costa bonaerense. Especialistas brindaron su opinión y plantearon recomendaciones

Lo único cierto es que ya nada volverá a ser como era. Los problemas de erosión y la pérdida de amplias franjas de arena en gran parte de las costas bonaerenses son preocupantes. A lo largo de los más de 1200 kilómetros de costa la realidad es diferente, pero la luz roja se encendió hace un tiempo en los distritos que viven del turismo. El cambio climático, pero sobre todo, la erosión inducida por la mano del hombre -construcciones balnearias, desagües pluviales o extracciones furtivas de arena- han provocado un cambio en la fisonomía de las playas de la provincia que no serán en el futuro, lo que supieron ser.
Algunos ejemplos de esto según los especialistas: en las playas de Mar del Plata la erosión avanza cerca de medio metro por año para el sector norte, particularmente en Camet; en algunas zonas de Mar del Tuyú el agua llega al borde de las viviendas; la erosión no se detiene al norte de Necochea; en Pinamar se han robado médanos para la construcción de casas; la bahía de Samborombón está retrocediendo alrededor de dos metros por año.
Entre los lugares más afectados, no se hace mención a las playas de nuestro distrito, donde se produce un incremento también en el número de construcciones y es necesario garantizar los controles para evitar en el futuro inconvenientes que ya se perciben en otros lugares.

Según el investigador del Conicet, Jorge Codignotto, no existe un manejo serio del área costera, "son todas improvisaciones.
"Arruinar las playas es arruinar el recurso. Y el recurso de la zona costera es el turismo. La avidez de vender hasta el agua, hizo que se ocupara sectores costeros que no debieron haberse ocupado. Pero no sólo por la venta de lotes pasó esto, sino por el diseño urbano, que en muchos casos es inadecuado", aseguró el geólogo a la agencia de noticias DIB.

Si bien existe desde 2006 un decreto provincial que limita las construcciones sobre la zona cercana a las playas, diferentes asociaciones de vecinos se quejan por la falta de cumplimiento de la norma. "El problema de la erosión se siente más en la provincia porque afecta playas turísticas, balnearios concesionados o casas que nunca debieron haberse dejado construir en el tope de médanos sujetos a retroceso", destacó Federico Isla, director del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Más cemento
La construcción indiscriminada arroja un dato llamativo: hace una década, en los trece partidos de la costa marítima que van desde el partido de La Costa hasta Coronel Rosales, había 976.269 habitantes y 302.185 viviendas. En la actualidad, el panorama cambió: viven 1.067.394 personas (un 9,3 por ciento más), pero el nivel de construcción se duplicó: 623.887. De hecho, hay distritos como Monte Hermoso o La Costa que tienen más viviendas que personas, u otros como Pinamar o Villa Gesell donde el números de construcción aumentó más del 300 por ciento. Y en ese sentido Codignotto es muy crudo: "En todas las construcciones que hay, en todo el pavimento, la arena que se ha utilizado, en el 90 por ciento de los casos, es de la playa".

Para el doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet, José Dadon, en muchos partidos costeros falta una planificación clara, visible y a largo plazo del crecimiento urbano, realizada con el consenso de todos los actores. "Esa carencia de planes genera incertidumbre acerca del futuro, ya que no hay objetivos claros que encaucen los proyectos, en especial, los de desarrollo inmobiliario. De ese modo, las administraciones esperan las propuestas de los inversores, en lugar de buscar inversores para sus propias propuestas", señaló a DIB Dadon.

Para buscar una regulación de fondo, el gobierno provincial viene avanzando desde hace seis meses en un proyecto de "ley de costas" que finalmente presentará el año que viene. "Hay una real necesidad que el Estado regule con mayor profundidad", reconoció el director provincial de Recursos Naturales, Germán Larrán, quien dijo que "existen sectores donde es posible el mantenimiento de la cadena de médanos, regular la actividad balnearia o rediseñar los sistemas de pluviales que van a las playas, porque están decididamente agotados".

En este sentido, el funcionario del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) destacó que hay zonas de urbanización donde se ha retirado la primera cadena de médanos o los médanos completos para asentar las ciudades. "Esas urbanizaciones puestas al pie de las playas han interferido en ese proceso dinámico de conservación del ancho de playa", dijo Larrán, quien remarcó la necesidad de ver un manejo costero integrado para ver las todas realidades y conservar el ancho de playa.

Presión vecinal
Los vecinos de Mar del Tuyú aseguran que pierden sus costas porque el mar avanza, que sus casas están camino a desmoronarse y los servicios por interrumpirse. Desde la Sociedad de Fomento Amigos de Pehuen-có esperan que en el presupuesto 2012 se incluyan los fondos económicos necesarios para impedir el avance de la erosión en esa localidad. En Villa Gesell, habitantes fueron a la Justicia para frenar las obras de balnearios de hormigón.
Estos son sólo algunos de los ejemplos de vecinos que no se resignan a perder sus playas. Por eso, para los especialistas es clave no perder más tiempo y buscar nuevas estrategias. Para Isla, en los años '80 se "recuperaban" playas en las que los desagües pluviales las estaban contaminando. "Esto nos da una idea de la falta de previsión", agregó, y reclamó la "ley de costas" para establecer "normas para evitar que todos los veranos descubramos una construcción litoral que nunca debió autorizarse".

En tanto, Dadon dijo que es necesario declarar algunas áreas protegidas en los sectores de médanos que todavía persisten en la costa bonaerense. "No se trata de una cuestión sencilla, ya que muchos terrenos son privados, pero tampoco es necesario que sean intangibles, podría bastar con restringir algunos usos", señaló el biólogo. Y ejemplificó: "Cuando se analizan los impactos de la urbanización, se ve que las reservas naturales como la de Faro Querandí, o de áreas verdes como el Vivero de Miramar o el Parque Miguel Lillo de Necochea, mejoran mucho la calidad ambiental y protegen la biodiversidad nativa, además de ser muy apreciadas por los turistas".

Finalmente, Codignotto pidió ser inteligentes ante la erosión y "no tirar el dinero al mar" haciendo defensas que no sirven. "Si incidimos con nuestras acciones en el instrumento de la erosión, no tiene ningún sentido hacer una defensa. Es como la persona que toma alcohol, tiene cirrosis, le hacen un trasplante de hígado y sigue tomando. Eso es lo que estamos haciendo", aclaró. (DIB).

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