sábado, 2 de febrero de 2013

claromecó, sábado 2 de febrero 2013

la voz del pueblo - 02/02/2013
"El nuevo rumbo" de Amelita Baltar
 
La reconocida y exitosa artista estuvo en este balneario, donde pasó unas tranquilas vacaciones tras la invitación de su amiga Elke Aymonino.
En diálogo con este medio, la cantante habló de su nueva labor discográfica, de su elección por el trabajo con jóvenes artistas y de su vínculo con Astor Piazzolla, a quien lo calificó como "un tano con un carácter muy podrido pero maravilloso"

AMELITA BALTAR, CON 50 AÑOS DE TRAYECTORIA SOBRE LOS ESCENARIOS, MANTIENE INTACTAS SUS CONDICIONES VOCALES
 
Tuvo sus comienzos en la rama del folclore, pero en una oportunidad tuvo la fortuna -para el que cree en la suerte- de haber sido escuchada por Astor Piazzolla. A partir de ese entonces, la relación que Amelita Baltar tuvo -y tiene- con el tango cantado sigue en plena vigencia hasta los tiempos actuales.
La reconocida figura tanguera pasó por Claromecó, donde disfrutó de unas vacaciones junto a su amiga Elke Aymonino, quien desde hace unos años le insistía para que visitara la localidad, pero la apretada agenda de la intérprete imposibilitaba la visita.
Baltar cuenta con una extensa y exitosa carrera en la música. En reconocimiento a sus 50 años de trayectoria, la artista presentó en 2012 su último trabajo discográfico denominado "El nuevo rumbo".
La nueva producción, que fue dirigida por Sebastián Barbui, contó con la participación de notables referentes de la música nacional. Fito Páez, Pedro Aznar, Luis Alberto Spinetta, Fernando Ruiz Díaz, Luis Salinas, Leopoldo Federico, Analía, Ana y Paz Lenchantin, Hernán Jacinto, Raúl Carnota, el Flaco Bustos, Pablo Mainetti y Leo Genovese, entre otras, fueron las voces que le dieron vida a un álbum diferente.
En diálogo con este medio, Amelita Baltar hizo referencia a su flamante discografía, como así también basó sus consideraciones en describir a Astor Piazzolla, con quien tuvo una relación más que cercana.

"A veranear"
En sus primeras apreciaciones, la artista sostuvo que "vine a veranear, ya que me invitó Elke Aymonino. Hace como diez años que lo venía haciendo pero nunca podía venir porque, por lo general, he estado haciendo cosas durante el verano y no me quedaba tiempo".
Agregó que "tenía todo enero libre y de pronto dije que me tomaba unos días para venir, ya que si no era ahora, no era nunca. Esta es la segunda vez que vengo, ya que había estado en 2006 cuando filmamos la película El Salto de Christian, que fue dirigida por Eduardo Calcagno".
En tanto, mencionó que "recuerdo que cuando vine a filmar eso, me llevé una imagen muy linda de la playa y de la localidad. Además, es un lugar donde pasé momentos muy gratos".
"Acá tengo a una amiga que conozco desde hace años, quien comenzó como alumna. Se trata de Elke Aymonino, persona con la que tengo una relación de mucho tiempo", expresó Baltar.

Rodeada de jóvenes
Amelita Baltar, quien consagró canciones como "Balada para un loco" y "Chiquilín de Bachín", decidió buscar un "Nuevo rumbo" para reinventarse y continuar dentro del camino vanguardista, tal como lo hizo durante toda su carrera.
"Estoy rodeada de gente joven", señaló la cantante, al hacer referencia a las nuevas formas de trabajó que empleó en los últimos años. "Eso es otro aire para mi, otra cosa. Sé que cuando terminamos el show puedo mantener un diálogo con ellos, que con los tangueros no lo podía hacer porque cuando finalizaba una presentación se iban enseguida".
En cuanto a la decisión que tomó, la de relacionarse laboralmente con las nuevas generaciones con otras preferencias musicales, expresó que "no me arrepiento de nada, porque cada cosa debe llegar en su momento. Yo soy muy creyente y si el Señor dijo que tenía que ser el momento, por algo será".
"Sebastián Barbui -director del último trabajo de Baltar- me abrió la cabeza. Hacía cosas que yo no me daba cuenta. Adivinó cuestiones que ni siquiera yo sabía que quería", indicó la cantante, quien agregó que "los rockeros, con los que ahora tengo un permanente contacto, me aprecian y admiran mucho, ya que les gusta lo que hago".

"El nuevo rumbo"
Amelita Baltar lleva medio siglo con la música, lapso en el que recorrió el mundo entregando magníficas interpretaciones. Con motivo de semejante trayectoria, el 2012 se caracterizó por ser un año de reconocimientos para la artista.
"El nuevo rumbo" es el último trabajo discográfico de la cantante, en el cual hay participaciones notables de reconocidas figuras de la música nacional. Con respecto a su reciente álbum, la artista destacó que "con esto que hemos hecho, pudimos acercar a la gente joven al tango cantado".
"Los tangueros que hay no los representa, ya que sale gente joven que cantan de la misma forma que se lo hizo siempre. Por eso creo que hace falta un cambio", señaló Baltar, quien agregó que "Sebastián le puso a esos tangos, a los que no se le modificó nada, batería, bajo y guitarra eléctrica, lo cual le dio un trasfondo de rock a esos tangos que se cantaron en su momento. Ahora, la gente joven que va a verme, escucha tango pero con un arreglo distinto", resaltó.

Astor Piazzolla
Sus innatas condiciones vocales estimularon a que Astor Piazzolla la haya tenido en consideración para exitosos proyectos musicales. "Me escuchó cuando yo hacía folclore en 1968, le gustó mi voz y me llamó. Yo en ese momento no lo conocía mucho", mencionó.
"Fue a escuchar a un pianista amigo de él -Piazzolla-, le gustó mi voz y me llamó. Luego le mostró un disco mío a Horacio Ferrer, a quien le interesó enseguida lo que yo hacía", recordó.
Al consultarla sobre cómo era Piazzolla, Baltar mencionó, con elocuentes indicios de gracia, que "era un tano con un carácter muy podrido pero maravilloso. Era de hacer muchos chistes pesados y se distinguía por tener un humor demasiado negro", confesó.
"Con el tema de la música él trabajaba con una seriedad absoluta, y tocando era una religión", concluyó Amelita.
 
la voz del pueblo - 02/02/2013
Un día con dos caras
 
El primer día de febrero presentó dos caras totalmente distintas una de la otra. En la mañana, y a pesar del intenso viento del noroeste, el clima evidenció buenas condiciones para disfrutar de la playa.
En la primera parte del día, la temperatura era más que agradable para que los veraneantes pudieran darse un chapuzón en un mar bastante tranquilo. Con el correr de la mañana, los balnearios se comenzaron a poblar lentamente con sombrillas y reparos, los cuales fueron elementos fundamentales para que los turistas pudieran resguardarse de la arena que voló por el intenso viento registrado.
Ya pasado el mediodía, el clima experimentó cambios a partir de la rotación del viento hacia el sector sudeste y la nubosidad reinante, lo cual permitió que la playa no haya mostrado las mismas características que se vieron durante la mañana.
En consecuencia, lugares como Puerto Mosquito, por ejemplo, fueron los elegidos por los veraneantes para dispersarse en una tarde que no presentó las mejores condiciones para permanecer en la playa.
Por eso, el mencionado espacio verde fue uno de los predilectos para juntarse en familia o con amigos y así mantener una conversación con un buen mate de por medio.



la voz del pueblo - 02/02/2013
Soleado, pero fresco
 
PESE AL "FRESQUETE" DEL AGUA ELLAS NO SE INTIMIDARON Y SE METIERON AL MAR

El primer sábado de febrero no fue ideal, pero de todas formas tuvo algunos momentos de playa, aunque la jornada distó mucho de lo que fueron las determinados días de enero.
Ayer, el viento del sudeste ganó terreno, lo que provocó que la temperatura no fuera agobiante ni mucho menos.
En los distintos balnearios se apreciaron las sombrillas y reparos, los cuales, a partir de la brisa marítima, estaban ubicados estratégicamente hacia la avenida Costanera.
Con una temperatura fresca pero agradable, los veraneantes que se acercaron hasta la arena claromequense disfrutaron del día para realizar actividades recreativas, tales como jugar tenis, tejo o voley.
En tanto, otros optaron por emprender una relajante caminata entre amigos o con sus parejas, al tiempo fueron contados los valientes que ingresaron a la tibia agua del "picado" y espumoso mar para darse un baño, a pesar de que la temperatura del ambiente no era la más adecuada para eso.
Mientras el despejado cielo que reinó durante la tarde se fusionaba con los rayos solares que se estrellaban en la arena, los turistas fueron abandonando paulatinamente la playa, y así finalizar la jornada.  



No hay comentarios :

Publicar un comentario