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la voz del pueblo - 13/11/2011
el desafío de cruzar los andes

Programaron el viaje con mucha antelación. Conformaron un grupo de siete integrantes que mostró resistencia y fortaleza. Realizaron un recorrido de 40 kilómetros a pie y por senderos. Ya piensan en organizar otro viaje de aventura.

Si buscamos definir la palabra aventura, vemos que el diccionario dice: "Suceso extraño o poco frecuente que vive o presencia una persona". Si definimos viaje de placer, se establece una relación directa con la diversión y el entretenimiento. Un grupo conformado por siete hombres unió todo esto en una experiencia en el lago Puelo, con un cruce pedestre a través de senderos sin señalización alguna en medio de la precordillera para finalmente atravesar Los Andes y encontrarse con Chile.

Así Luis Tártara (52 años), Hugo Montenegro (51), Oscar Eguivar (48), Javier Rens (42) y Marcelo Fernández (41), todos de Claromecó; Guillermo Plá (37) y Alejandro Ribet (20), de Tres Arroyos; salieron el 31 de octubre en un motorhome con un destino prefijado con muchos meses: el lago Puelo, en la provincia de Neuquén y de allí, a pie, con sólo sus mochilas, cruzaron a Chile a través de senderos casi inexplorados.

Así el 2, del corriente, sólo con las mochilas en sus espaldas, sin guía lugareño, iniciaron la caminata y, según el relato de los propios protagonistas "hicimos 200 metros y ya nos perdimos, así pensamos que todo iba a ser muy difícil, pero gracias a la buena voluntad de algunos habitantes del lugar nos explicaron como seguir y así continuamos".
Al día siguiente, a la tarde, tras atravesar los puestos fronterizos, primero de Argentina y luego los de Chile, arribaron a Segundo Corral y la jornada posterior llegaron a Primer Corral.

"Si algo rescatamos por encima de todo esto es la hospitalidad del pueblo chileno, la verdad que nos asombramos de su generosidad y la amabilidad con la que nos atendieron. Hasta jugamos un partido de fútbol con los Carabineros en el puesto fronterizo", subrayaron.
También relataron que "fueron cuarenta kilómetros de caminata, unos días increíbles y así el 5 emprendimos el regreso a nuestro país, en lancha, atravesando hasta zona de rápidos, ya que los arroyos están en pleno proceso de deshielo".

El 6 y 7 fue el viaje de regreso al hogar en el motorhome y las ganas de ya empezar a programar el próximo destino de aventura, que tal vez sea la provincia de San Luis.
Al hacer un balance del viaje, todos coincidieron que fue enriquecedor en todo sentido. Puntualizaron que "este viaje lo teníamos programado entre marzo y abril, pero uno de los de la partida tuvo un pequeño accidente y debimos postergarlo". Y le otorgaron relevancia a que "estos meses nos unieron y fortalecieron el vínculo. Inclusive nos reuníamos para ver como nos llevábamos y la verdad, nos dan ganas de seguir programando viajes de aventura juntos".

Placer, turismo, desafío personal, unión grupal. Todo ello formó parte de 40 kilómetros de aprendizaje de vida, en contacto con la naturaleza y la belleza de Los Andes.