La Voz Del Pueblo - Carta de Lectores - 05-02-2010
Preocupa el después

Sr. director:
Repetidamente, las autoridades toman el aporte de los vecinos o asociaciones como una crítica, en esta ocasión la encuesta que realizó la AVIC.
La misma fue elaborada con la única intención de poner en conocimiento del municipio y de todo aquel que le interese, lo que busca muchísima gente que vive y visita Claromecó.
Nadie tiene autoridad para desestimar lo que la gente piensa, debiéramos todos trabajar en conjunto, ¿o no queremos lo mejor para nuestra localidad?
Se han limitado a poner el punto sobre el asfalto de la costanera, cuando otras inquietudes, observaciones y deseos han manifestado los entrevistados, todas cuestiones de relevancia que hacen al presente y al futuro de Claromecó. Nuestra asociación simplemente fue un vínculo.
Es natural en cada individuo la necesidad de expresarse y de ser escuchado. Las autoridades, ¿están dispuestas a oír?
El asfalto de la costanera y otras obras de importancia no pueden depender de la opinión de funcionarios o de una consulta, deben ser sujeto de estudio de verdaderos expertos.
Cualquier modificación al paisaje, al ambiente, claro que marcará "un antes y un después", justamente el después es lo que nos preocupa.
A diferencia de aquellos que ejercen el poder, nosotros no imponemos verdades.

Carolina Herrera
socia AVIC
Claromecó

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El Periodista de tres arroyos - 04-02-2010 2010
La gente quiere o no que se asfalte la costanera?

Según una encuesta de la AVIC, la gente no quiere que se pavimente la Costanera de Claromecó. La delegada Mary Souto dijo que a ella los vecinos y turistas le plantean todo lo contrario
La posibilidad de que en algún momento pudiera asfaltarse la avenida Costanera de Claromecó generó en las últimas horas un cruce de opinión entre la Asociación de Vecinos Interesados en Claromecó (AVIC) y la delegada directora del Ente Descentralizado de la localidad, Mary Souto.

La AVIC reveló que, a través de una encuesta que llevó adelante, el 65% de los entrevistados se manfiestó de forma contraria a la pavimentación de la costanera, contra un 34,66% que se expidió a favor.

Al evaluar esos números, Souto dijo que la gente le plantea exactamente lo opuesto.

Según la funcionaria, la gente pide que se pavimente la avenida, pregunta cuándo se va a hacer la obra, y manifiesta que significará un antes y un después para Claromecó.

Habida cuenta de las disímiles apreciaciones, la pregunta se cae de madura ¿la gente quiere o no que se pavimente la Costanera? Si de medir el pulso de la sociedad se trata, habría que hacer un estudio por terceros, independiente, que revele la respuesta.

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nos escriben nuestros socios:

En el Diario La Voz del Pueblo del día de la fecha le fue publicada una carta de lectores a la Sra. Alicia C Hurtado donde da algunas razones muy atendibles para que no se pavimente la costanera. 1- la velocidad a la que circularan las 4x4 y las motos y cuatriciclos 2- la efímera vida de ese asfalto cuando por él comiencen a circular tractores, máquinas viales, camiones, lanchas pesqueras y camionetas que arrastran kayaks, gomones y hasta yates 3- el ruido que todos esos vehículos lanzados al doble de su velocidad actual terminarían con la espectativa de descanso y tranquilidad de las vacaciones.

Atte.

Dr. Carlos Azcuy


La Voz Del Pueblo - Carta de Lectores - 03-02-2010

Las postales de Claromecó
Sr. director:
Si asfaltan la avenida Costanera no quiero ni puedo imaginar a qué velocidad circularán las 4x4, autos, motos y cuatriciclos, ya que con el entoscado logran desarrollar tremendos kilometrajes. Y ni hablar de la corta vida que tendrá ese asfalto con la circulación de tractores, máquinas viales privadas, camiones, y toda suerte de aparatos que arrastran desde ligeros kayaks hasta cuasi yates, además de las lanchas pesqueras...
Si, de pronto, todos los veraneantes resolvieran acatar el pedido de los guardavidas y decidieran bañarse únicamente en las zonas delimitadas a tal fin, tendríamos que hacer kilométricas colas u optar por sacar número para hacerlo, ya que hay gente desde el Segundo Salto hasta el Caracolero. No puedo pensar en un balneario atestado con miles de personas pugnando por un m2 para clavar la sombrilla y otro para darse, aunque sea, un chapuzón.
Si de descansar se trata, no elegir viviendas cercanas a las playas entre el Náutico y Samoa, la Barra está empeñada en que uno duerma con su música y las tiernas palabras del Oso. No hay manera. Si estaba pensando en alquilar algo por las cercanías, evítelo, si usted es el propietario y quiere darlo en alquiler, olvídelo también, la gente quiere tranquilidad en sus vacaciones.
Si usted es padre de adolescentes y confía en el cumplimiento de las normas, que no lo engañen: salvo excepciones, los chicos (cualquiera sea su edad) entran al boliche a la hora que quieren, 2 ó 3 ó 4 ó... Y salen igual, y vuelven a entrar. Y a las 7 u 8 de la mañana uno puede verlos ayudándose entre sí para poder caminar, y en ese estado suben a vehículos y conducen!!!
Si los inspectores de tránsito realizan un operativo en Costanera (bien venido), nadie estaciona sobre el cantero, pero si uno tiene la desgracia de tener el portón en las calles aledañas, despídase de sus intenciones de guardar el auto, seguro que los que no se subieron al cantero estacionaron en su portón, y como los inspectores son pocos y no pueden estar en dos sitios a la vez...
En próximas entregas seguiremos con estas cuasi bizarras postales.

Alicia C. Hurtado
LE 5.639.082