domingo, 1 de marzo de 2015

claromecó, 'anfitriones' por alejandro vis



la voz del pueblo - 01/03/2015
Anfitriones

Escribe Alejandro Vis



Rosario es su ciudad. Aunque en realidad, Walter no sea rosarino. Nació y vivió sus primeros años en La Matanza, pero la mudanza de su familia dejó como un lejano recuerdo de infancia a las calles de Ciudad Evita.
¿Cómo no sentir propio el lugar donde se graduó como abogado y formó un hogar? Allí conoció a Eliana, con quien tiene tres hijos. Vive a unas quince cuadras de la cancha de Rosario Central, aunque es hincha de Boca. Por segundo verano consecutivo, eligió Claromecó para las vacaciones.

Antonio llegó a nuestro país cuando era chico, proveniente de Paraguay. Hasta entonces, su infancia había transcurrido en el campo, "en el medio de la nada", según describe. En la Argentina, su padre encontró un techo para los suyos en una villa de emergencia (nombre mal utilizado, porque lejos de ser asentamientos para situaciones excepcionales, no sólo perduran sino que se extienden). Sin embargo, tuvo la convicción de salir y de buscar otra vida. Es un espejo para Antonio, que pudo construir una casa donde reside -en el Conurbano bonaerense- con su esposa y su hija de ocho años.
Trabaja en una empresa que incinera residuos peligrosos u otros elementos, incluida la droga que se incauta en operativos policiales o mercadería de procedencia ilegal que es retenida por la AFIP. Con esfuerzo, logró crecer y avanzar.
En febrero visitó Claromecó por tercera vez para descansar frente al mar, concretar una cabalgata, un paseo o una salida gastronómica.

Las familias de Antonio y Walter se conocieron en la playa. Y si bien hubo días, especialmente los fines de semana, en que la localidad se vio desbordada de turistas, valoran la tranquilidad que ofrece para compartir las vacaciones con los chicos. No son exigentes o críticos con detalles que se observan en distintos lugares que recorrieron, pero es importante tenerlos en cuenta para que los turistas que viajan hasta nuestro distrito puedan encontrar a Claromecó en mejores condiciones. Un buen anfitrión, si quiere ser considerado como tal, debe justamente estar atento a los detalles y más aún, advertir dificultades que pueden afectar a los veraneantes y a los residentes permanentes.

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El mensaje de los carteles para pedir a los turistas que cuiden la limpieza de los espacios naturales no deja dudas. Pero así como se pide, es importante facilitar la colaboración.
En este sentido, no se entiende por qué los recipientes de chapa para dejar los residuos en la playa se encuentran tan cerca del murallón costero y lejos, en consecuencia, de la ubicación que suelen tener los veraneantes. Cuando la marea está baja, hay que recorrer muchos metros para arrojar la yerba, las bolsitas u otros desperdicios, Por supuesto, los recipientes no pueden estar entre las sombrillas, pero sí en un punto intermedio y más razonable.

La Estación Forestal no disimula los duros golpes que sufrió el 6 de enero de 2014, con un devastador incendio, y en menor medida, un año más tarde con el fuerte temporal que provocó la caída de árboles.
El sector de los fogones sigue siendo el principal punto de encuentro cuando el viento impide permanecer en la playa. No se cobra entrada y como control, el personal coloca una soga que -según argumentan- ayuda a observar que nadie ingrese con basura. Una buena decisión, si bien no hay que olvidar que "el ejemplo empieza por casa" (el municipio incurrió en esta práctica, como dio a conocer La Voz del Pueblo en el inicio de la temporada).
Una muestra de todo lo que hay por hacer son los baños, cuyas instalaciones están notoriamente deterioradas. La naturaleza recibe con generosidad a los visitantes, mientras que la falta de sanitarios presentables es -por el contrario- la característica más negativa. A los juegos no les vendría nada mal una renovación con pintura. En algunos espacios, al menos, se percibe cierto abandono o la carencia de un mantenimiento mínimo.
El quiosco es atendido con amabilidad y brinda soluciones como agua caliente para el mate, gaseosas o masitas. En otro sector, a cargo de un prestador privado, las cabalgatas son una alternativa interesante para apreciar de otra manera el paisaje.

La ampliación del deck de madera en la avenida Costanera incorpora un mayor espacio para los peatones (merece un aplauso que en el diseño se haya tenido en cuenta a los tamariscos). Darle continuidad a este trabajo, sumar bancos y extender la iluminación contribuiría a aprovechar el potencial del frente costero.

La plazoleta del Reloj es el espacio de referencia para acceder a información turística. Durante la temporada se la vio, por lo general, limpia. No obstante, merece mejoras y cambios que le otorguen un mayor realce.
El crecimiento propio del Barrio Parque Dunamar y el tránsito proveniente de otras zonas de Claromecó, deja cada vez más en claro la importancia que tiene la propuesta de alejar el acceso a la playa. Es la manera de descomprimir la intensa circulación de vehículos, mediante un nuevo camino que se ubique fuera del área residencial.

La primera impresión, al ingresar al barrio por avenida Gesell, es buena. Se destacan las plantaciones realizadas durante 2014 en las ramblas, la iluminación y la plazoleta en homenaje a Fangauf.
¿Cuál será la planificación que llevó a modificar la Costanera? El ente descentralizado avanzó con los trabajos en diciembre y cuando surgió una polémica -incluso se produjo un litigio judicial- ensayó una explicación. Habló de tareas de limpieza y del corrimiento de un médano para respetar la traza original de Remedios de Escalada. No hubo un argumento claro sobre lo que proyecta para los próximos años. El respaldo de la Sociedad de Fomento se contrapone con voces críticas de vecinos.

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El lunes posterior a las 24 Horas de la Corvina Negra, Walter y Antonio con los suyos, llegaron temprano a un restaurante que atiende una familia de la localidad. No los sorprendió la abundante y rica comida. Lo que no esperaban era que el comercio, el primer día de la semana, estuviera lleno en pocos minutos. "Hay más gente que en febrero del año pasado", concluyó uno de ellos. Entre otros temas de diálogo en la mesa, hablaron también de la presencia de muchos policías recorriendo las calles en patrulleros y a pie.
Volverán en 2016. Como tantos otros que descubrieron Claromecó y les gusta. Qué bueno sería darles, como bienvenida, más motivos para que mantengan esta elección.

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