viernes, 16 de septiembre de 2011

incendio en la forestal de orense

la voz del pueblo - 16/09/2011
Huinca Loo: el fuego volvió a reavivarse e imploran por lluvia
Cuando todo parecía controlado, los fuertes vientos del miércoles encendieron la alerta nuevamente. A pesar de los esfuerzos, consideran a la lluvia la única herramienta útil para la extinción del siniestro



LOS BOMBEROS SEGUIAN COMBATIENDO LAS LLAMAS AYER EN ORENSE

En la Forestal Huinca Loo, la lluvia parecería ser el único antídoto para sofocar las llamas que acosan el casco de la tradicional estancia y el aserradero desde el 31 de julio. Cuando todo parecía controlado por la guardia de cenizas montada la semana pasada, en la tarde del miércoles el viento alimentó otra vez el temor de los lugareños y, ayer por la mañana, las tareas ganaban en intensidad.
El comandante Roberto Héctor ganó protagonismo esta semana, aunque lamentablemente, la mención de su nombre, es sinónimo de conflictos con los siniestros en el monte orensano: "La verdad es que no sé porque tantos incendios en la zona. El último fue en enero, esta es la primera vez que ocurre en invierno, entra mucha gente a la Forestal y no sé como sucedió. Quiero creer que fue negligencia de los que entran a andar en motos o cuatriciclo, que en verdad son muchos, pero realmente no lo sé", indicó el responsable del largo combate contra el fuego que se viene librando desde hace casi dos meses.

Mientras sus hombres van y vienen en torno al casco de la estancia familiar, Héctor reconoce con sinceridad que "este tipo de siniestros una vez que se prenden, ni Orense ni nadie cuenta con los medios suficientes para pararlo. En un momento eramos siete dotaciones de bomberos intentando pararlo e igual se nos pasó. Nos pasó a todos nosotros y pasó el arroyo, que es un cortafuego natural. Hay un momento en que el fuego se combina con el viento y es todo insuficiente para pararlo", explicó mientras miraba el cielo buscando una nube que anticipe la esperada tormenta: "No es que no tengamos los elementos necesarios para trabajar, ya que contamos con tres autobombas, cuatriciclos y equipos antifuego. Tenemos todo, pero igual se nos pasa por la magnitud del fuego y del monte", agregó.




La voz de la experiencia
Después de haber combatido siniestros de alta magnitud en Zárate en 2009 y en Barker, cuando se prendieron las sierras ("los incendios más grandes donde hemos estado", según su visión), hoy Héctor analiza su compromiso actual: "Cada incendio es diferente, pero te diría que junto con este, es de los incendios más grandes donde hemos estado trabajando".
Después de 28 años como bombero, lapso durante el cual hizo cursos y pasó por todos los escalafones hasta que se jubiló el jefe anterior hace 4 años y le tocó a él ser el nuevo jefe, hoy Héctor resume su profesión con claridad: "Ser bombero es vivir con la adrenalina a full, a todos nos gusta esto por eso es que lo somos. Pero cuando tenés que trabajar en un incendio como éste, que estas cuarenta días trabajando es muy cansador. Además, nosotros somos voluntarios y no vivimos de esto, así que se hace muy difícil cumplir", comentó.

Para el futuro, Roberto Héctor considera clave la realización de caminos desde la laguna hacia el mar cada 300 ó 400 metros, así se puede controlar mejor el fuego llegando con las autobombas a todos lados. Sin embargo, el jefe de los servidores públicos asegura que "yo he hablado con los responsables de Huinca loo y no sé cual es el interés de ellos por proteger a esta forestal de los incendios. Hablé hace 10 días y me dijeron que iban a enviar gente para que cuidara y vigilara el fuego, pero aún no llego nadie. Nosotros tenemos que estar porque es nuestro trabajo y estamos para estos casos, pero no sé cual es el interés de ellos", insistió en el cierre, antes de despedirse e ir por otra carga de agua que le permita continuar con una batalla que hoy, más que nunca, necesita una mano de la naturaleza para quedar totalmente extinguida.

Fotos y textos: Sebastián Ureta
(especial para La Voz del Pueblo)

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