domingo, 22 de junio de 2014

agroecología

La Voz del Pueblo - 22/06/2014
Agroecología
Con el medio ambiente como principal insumo
 
Técnicos del INTA y un asesor privado expusieron los beneficios de la agroecología, el sistema de producción que promueve el menor uso de agroquímicos y el cuidado de los recursos naturales. "Es una alternativa sustentable desde lo productivo y lo económico", aseguró el ingeniero Martín Zamora, uno de los disertantes.
 
Por iniciativa de Graciela Montalivet y Eduardo Dam, los ingeniero Martín Zamora y Natalia Carrasco, pertenecientes a la Chacra Experimental Integrada Barrow, y Eduardo Cerdá, asesor privado, presentaron en sociedad a la agroecología. La charla debate se realizó el jueves pasado en el Centro Danés y el objetivo fue exponer el caso del establecimiento La Aurora, en Benito Juárez -ver página 11- y las bondades del manejo sustentable demostrado en la producción de granos y carnes sin utilizar insumos desde 1997. Al tiempo que se explicó el trabajo que se está realizando en Barrow, donde desde hace cinco años funciona un módulo agroecológico en el que se llevan a cabo distintos ensayos y mediciones.
En una charla con La Voz del Pueblo, el ingeniero Zamora se refirió a los alcances de los trabajos que se están realizando en la chacra en producción agroecológica y sobre la situación actual de los sistemas productivos de la región.
"Desde hace unos cinco años estamos trabajando en una alternativa para los sistemas productivos actuales, en los que los costos por la utilización de los insumos es cada vez mayor y los resultados económicos son muy finitos. Con el agravante de que estamos en una zona donde la situación climática muchas veces nos juega en contra. Hoy estamos hablando de que se necesitan entre 450 y 500 dólares para implantar, cuando en los '80 se necesitaban entres 100 y 150 dólares; y en los '90, alrededor de 200. Esto está asociado a la compra de insumos, todos relacionados al valor del petróleo. Por eso empezamos a trabajar en una alternativa productiva diferente", explica Zamora.
- ¿El productor se da cuenta de esta situación?
- Sí, la gente está viendo el problema. Desde la Chacra y desde el INTA hacemos talleres con distintos actores del sector y se está observando esta problemática. Pero el tema es que cada uno está en su trabajo diario, en lo que hace cada día, y es muy difícil que encuentre una alternativa a lo que se impone hoy como sistema de producción.
- ¿Qué es la agroecología?
- Nosotros desde Barrow empezamos a trabajar en otro tipo de agricultura, en este caso es la agroecología, que es el término técnico. Se trabaja a través de manejo, de distintos cultivos, de pasturas, con ganadería, con el objetivo de reemplazar el uso de los agroquímicos -fertilizantes, herbicidas e insecticidas-. Es un trabajo de varios años, hay que hacer un sistema de transición de un sistema a otro. Estamos trabajando en eso, de cómo hacerlo. En la Chacra hemos obtenido ya muy buenos resultados en un módulo que hemos implementado y en el que podemos experimentar distintas alternativas para ver qué nos resulta mejor. Estamos tratando que exista esa alternativa diferente.
- La agroecología es menos costosa por el bajo uso de insumos, ¿pero qué rendimientos se obtienen?
- En estos sistemas el costo de implantar una hectárea de trigo es de 150 dólares, es decir un tercio de esos 500 dólares que demanda una hectárea del sistema actual basado en insumos; pero ese trigo no rinde un tercio, está comprobado que rinde entre un 10 o un 15% menos.
- También se pregona la vuelta a la ganadería.
- La hacienda en este sistema cumple un rol muy importante, porque también se incluyen las pasturas.
- ¿Es un sistema complicado de aplicar?
- Lo vemos como una alternativa muy factible, muy posible de hacer, no es complicado. Sí hay que estar más en el campo, más sobre los lotes, es otro manejo el que hay que hacer, lo que le va a implicar al productor estar más tiempo en el campo. Se trata de un trabajo genuino, que la gente que vivió en el campo y que le gusta esa vida, lo ve como una muy buena alternativa. No es una variante para un pool de siembra, por ejemplo, en el que todo pasa por la cuestión económica.
- ¿Es compatible con la siembra directa?
- Eso es lo que estamos probando nosotros ahora en Barrow. Estamos tratando de no perder los beneficios que nos trajo la siembra directa, como la cobertura del suelo para evitar la erosión. En la Chacra estamos haciendo nuestros cultivos en siembra directa, sin uso casi de herbicidas. Pero con el paso del tiempo vamos a ir logrando las respuestas. Es muy difícil trabajar en agroecología con recetas, no es manejar un paquete tecnológico como la soja, que se sabe que semilla, que inoculante y que herbicida usar.
- ¿Se podrá con este sistema producir alimentos para darle de comer al mundo en 20 ó 30 años?
- Lo que vemos nosotros es que eso se pone como una bandera para seguir justificando la forma actual de producir. Pero tenemos que ver hasta dónde nuestros sistemas productivos se sostienen. Seguro que con esta agricultura podemos producir 150 ó 200 millones de toneladas, pero el problema va a ser que vamos a estar atentando contra los recursos naturales. Y cuando nos demos cuenta de eso ya va a ser muy difícil volver a atrás. Entonces lo que estamos tratando de generar es una alternativa que sea productiva, pero con muchos recaudos del cuidado del ambiente. Y la alternativa es el bajo costo.
- ¿Es difícil convencer al productor de encarar el cambio?
- El problema es que se decidan a empezar. Cuando uno les explica de qué se trata o ven los resultados que obtiene Juan Kiehr en La Aurora, se entusiasman. De hecho, ya hay cuatro vecinos de él que empezaron a aplicar la agroecología en sus campos. De un año para otro lograr que cuatro se hayan animado es un paso importante. También hay una realidad, es que después se necesita el acompañamiento profesional, y los técnicos que salen hoy de la facultad no están preparadoras para manejar un campo agroecológico. Salen más orientados a la agricultura de insumos. Entonces, se necesitan cambios a nivel productivo, educativo y de asesoramiento privado.
- Se trata entonces de un proceso lento.
- Sí, todas esas cuestiones hacen que los tiempos se demoren. Pero nos interesa hacer un seguimiento de los productores que están implementando el sistema y seguir sumando módulos como el que tenemos en Barrow para trabajar con esta tencología, generar información y que el productor lo vea y lo entienda. Esa es nuestra misión de hoy.
 
 
La Voz del Pueblo -22/06/2014
Agroecología
Un campo naturalmente productivo

Bajo el asesoramiento de Eduardo Cerdá, el productor Juan Kiehr aplica desde hace 17 años en su campo de Benito Juárez el sistema de producción agroecológico: hoy ya no se usan fertilizantes, herbicidas, insecticidas ni antiparasitarios. Además de haber bajado costos, se estabilizaron los rendimientos. Y se obtienen rindes en granos y carne similares a los de los establecimientos de la zona
 
En La Aurora, en Benito Juárez, se derriban todos los mitos y queda demostrado que se puede producir granos y carnes sin utilizar insumos extra campo. Desde 1997 que Juan Kiehr, propietario del campo, y Eduardo Cerdá, el asesor agronómico, implementaron un sistema de producción agroecológico en un establecimiento mixto de ciclo completo a fin de disminuir el uso de productos sintéticos y energía, aumentar la fertilidad de los suelos, fijar carbono y nitrógeno, e incrementar la biodiversidad y la productividad. ¿El resultado? hoy obtienen buenos rendimientos, muy estables, semejantes a los de la zona, y sin utilización de agroquímicos.
No es casualidad que al frente de La Aurora estén Juan Kiehr y sus esposa Erna. Este matrimonio maduro, que tiene años viviendo en el campo, posee dos características fundamentales: ganas de innovar y un enorme amor por la naturaleza. Por eso, en un momento dado de sus vidas decidieron plantarse a ver cuál era su responsabilidad de cara a las generaciones futuras, y empezaron a desarrollar un sistema propio, tomando todo lo bueno de las prácticas conocidas, y aportando su toque personal e intuitivo en los aspectos que no cerraban.
"Quiero dejarles a mis nietos un campo sano y transmitirles el respeto por la naturaleza", aseguró Kiehr, un productor con descendencia danesa que se reconoce "entusiasmado y convencido de que la preservación del suelo es el mejor camino".
El ingeniero Cerdá explicó que por la vocación ganadera de Kiehr, el establecimiento cada vez se inclinó más hacia la hacienda. "El entendía que le daba una mayor estabilidad tener más ganadería que agricultura. Lo que intentamos armar, en ese y en otros campos, es un diseño de sistema que potencialice las cuestiones biológicas y que por lo tanto use menos insumos extra campo. Porque cuando uno maneja un campo que va acorde con los procesos naturales el productor se independiza del mercado de insumos. Entonces si suben o no, no le influye", agregó.
Radiografía
El campo cuenta con 650 hectáreas, de las cuales 300 son agrícolas; el resto, 158 son bajos, y 186 son cerros. Según comentó el ingeniero, "todos los años sembramos 75 hectáreas de sorgo forrajero, 25 hectáreas de trigo con trébol rojo, 25 de avena con trébol rojo y 25 de cebada con trébol rojo; eso nos permite tener 75 de trébol rojo de un año y 75 de trébol rojo de segundo año en el campo. En la superficie implantada con tréboles se fija el nitrógeno que luego van a usar los cultivos, evitando la aplicación de fertilizantes nitrogenados, lo que evita costos que hacen posible los buenos rendimientos sin fertilización".
En La Aurora no se aplica urea desde hace 16 años, hace cuatro que no se usa fosfato diamónico, tres que no se utilizan herbicidas ni insecticidas y recientemente se descartaron los antiparasitarios. "A cada uno de ellos lo fuimos reemplazando con alguna estrategia, con manejo. En el caso del trébol, nos dimos cuenta que además de fijar el nitrógeno cubría el suelo. Entonces mejoraba toda la vida del suelo, que era fundamental para que después se solubilice fósforo", explicó.
Respecto al fósforo, Cerdá indicó: "Hoy estamos en niveles nunca vistos en Tres Arroyos, 50 partes, medidos por el INTA. A partir de la investigación y la evaluación, la Chacra de Barrow, demostró que el tipo de familias de microorganismos que ahí hay no se encuentran en otros campos, que son solubilizadores de fósforo, que hay un equilibrio casi de un suelo no perturbado...". Esto, inclusive, pese a que "por vocación del productor se hace siembra convencional", aclaró Cerdá.
En cuanto a rendimientos, el ingeniero manifestó que los resultados de La Aurora son muy parecidos a los promedios de la zona. "Estamos, en 16 años de producción, con un promedio de trigo de 3300 kilos. Y el promedio de los campos de Juárez es de 240 kilos más", aseguró. Claro que hay una diferencia abismal de inversión: "Mientras nosotros tenemos un costo de 130 dólares por hectárea, el de los otros campos es de entre 350 y 400 dólares".
Otra particularidad del establecimiento de Kiehr es que de gruesa sólo se hace sorgo, que es destinado a la hacienda. "Se sembraba girasol, hasta que un día el productor decidió dejar de sembrarlo porque veía que después de aplicar los herbicidas el suelo quedaba con polvo, y entendió también que era mucho agroquímico", explicó.
Al comentar sobre el proceso agroecológico, Cerdá indicó que "al ir armando una rotación que aumenta la incorporación de carbono, con los sorgos, la de nitrógeno, con los tréboles y el mejoramiento en el pastoreo y la mejor distribución de las heces y orina. Así se fortalece el sistema y se mejoran los suelos, y de esa manera no es necesaria la fertilización, el uso de fungicidas, herbicidas e insecticidas".
Con respecto a las mejoras, el asesor expresó que "con esto apuntamos a mejorar el proceso de crecimiento de los cultivos con la rotación y luego la utilización del ganado para transformar todo ese material verde en productos procesados por el animal, en bosta y orina".
La ganadería constituye un papel fundamental. "Se realiza el ciclo completo, la producción promedio de los últimos 15 años es de 100 toneladas de carne por año, el tipo de animal que se vende es de tipo exportación de 500 kilos y la raza que se utiliza es Angus", comentó Cerdá. Y destacó la estabilidad productiva alcanzada: "Se estabilizó la producción de carne, aun en años de sequía, como la del 2009, donde en la zona se perdieron más de 15.000 cabezas. Mientras que en este establecimiento se mantuvo la producción".

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