lunes, 6 de mayo de 2013

historia de tsas

la voz del pueblo - 06/05/2013
iglesia evángelica: 110 años cumpliendo la Gran Comisión
 
Robert Elder, un misionero neozelandés de línea anglicana, fue el pionero que llegó a Tres Arroyos en 1903 para fundar en nuestra ciudad la Iglesia Evangélica de la Unión, la denominación cristiana que el miércoles último cumplió un nuevo y más que importante aniversario
 
Escribe María E. Carrillo

Según está documentado en los Evangelios hace más de 2000 años, ya resucitado y poco antes de ascender a los cielos, Jesús les encomendó a sus discípulos: "Vayan, y hagan discípulos en todas las naciones, bautícenlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enséñenles a obedecer lo que les he mandado a ustedes". Esta exhortación de Cristo, llamada la Gran Comisión, es el fundamento principal de las misiones de todos los tiempos y constituye un elemento sustancial de unidad para los cristianos de todas las denominaciones.
Al igual que la de otras miles alrededor del globo, la Iglesia Evangélica de la Unión de Tres Arroyos es el fruto de una misión que dio comienzo a fines del siglo XIX en la lejana Gran Bretaña y que tuvo al pastor anglicano de origen neozelandés Robert Elder como principal protagonista.


El pionero
De origen neozelandés pero radicado en Inglaterra Robert Elder, quien se convertiría en el fundador y primer pastor de la denominación local, realizó sus estudios pastorales en la Escuela de Predicadores de Charles Surgeon, un conocido pastor bautista que en los albores del siglo XX ofició de maestro y referente de una multitud de futuros pastores evangélicos.
Elder llegó a Tres Arroyos como parte de una misión escocesa en los primeros años del siglo XX. La crónica de la época relata que él y su esposa llegaron al pueblo exactamente el 2 de febrero de 1903, con el fin de establecer aquí una obra evangélica, y los primeros contactos los efectuaron con inmigrantes de antecedentes protestantes.
Se instalaron en una "finca" ubicada por entonces en Falucho y 1810 y el 1º de mayo de 1904 se efectuaron los primeros bautismos. Lorenzo y Nicolás Visbeck, Nicolás Brasile, Van Dyke, Teodoro Pluis, Francisco Homkes y Josefa de Van Dyke fueron los primeros en recibir el sacramento y en convertirse, por ende, en los primeros integrantes de la congregación.
Un año más tarde se colocó la piedra fundamental del tradicional templo emplazado en Moreno 451 y a partir de ahí la obra se fue extendiendo nucleando a numerosas familias y proyectándose puertas afuera hacia la incipiente comunidad tresarroyense, que también estaba en pleno crecimiento.


Los comienzos
La iglesia local recibía el apoyo, la cobertura pastoral y la asistencia espiritual y económica de la misión cuya sede central se encontraba en Escocia y a la que el pastor debía rendir cuentas. Así pudo construir la iglesia y, una vez terminada, incluso solicitar fondos para la pavimentación de ese tramo de la avenida Moreno. Tal y como está registrado en las actas de la misión escocesa, en noviembre de 1915 se resolvió permitirle al pastor utilizar un total de 26 libras esterlinas para solventar los costos de la pavimentación de la arteria, obra que estaría a cargo de la Buenos Aires Building Fund, según consta en el documento que la misión envió al pastor actual, Héctor Juan Medina.
Mientras Elder y los suyos trabajaban arduamente por hacer crecer la obra en nuestra ciudad, allá por 1910 se celebró en la ciudad escocesa de Edimburgo la primera conferencia mundial de misiones, durante la cual se consideró a América Latina como campo ya evangelizado.
Frente a esta posición, un año después se unieron la Unión Evangélica Sudamericana fundada en 1895 con la Unión Misionera a Tierras Lejanas fundada un año antes formando así la EUSA
(Evangelical Union of South America o Unión Evangélica de Sud América) que comenzó a enviar misioneros ingleses, alemanes, holandeses, australianos a la Argentina, Bolivia, Brasil y Perú. Años después se une la GMU (Gospel Mision Union o Unión Misionera Evangélica, misión de EE.UU.), para trabajar en la plantación de iglesias en la Patagonia, Bahía Blanca y Alto Valle del Río Negro y Neuquén. Años después la EUSA conforma la Latin Link (Enlace Latino) nombre que tiene en la actualidad, con quien la Unión Evangélica de la Argentina mantiene lazos de cooperación misionera.
Justamente fue Latin Link quien, durante todos estos años, guardó celosamente los documentos fotográficos que acompañan esta nota y que ya forman parte del archivo histórico de la iglesia local.


Compromiso social
A lo largo de los años, la iglesia fue cobrando protagonismo merced a su profunda y comprometida inserción en la vida comunitaria local. A la labor evangélica y comunitaria se sumó la intención de crear un orfanato para niños, tarea que terminaría concretando el pastor William Cook años después de la partida de Elder (ver nota aparte).
A lo largo de los años, a este pionero que se retiró de la iglesia local en 1918 lo fueron sucediendo, entre otros pastores, Alfredo Heraes, Eduardo Ford, William Cook, N. Milljham, Mateo Kroon, Floro del Ré, E. Hillebrand, Julio Castellani, Juan Rolls, Angel Trezza, José Calle, José Wiersma, Osvaldo Romano, Alfredo Martiello, Roberto Haskell, Virgilio Ponce y Nazareno González.
Desde su fundación, y hasta hoy día, a cargo desde hace cuatro años del pastor Héctor Juan Medina y sus esposa Ana María, la denominación mantuvo un consecuente compromiso con la realidad social de la comunidad tresarroyense que se vio plasmada no sólo en obras concretas sino también en acciones pastorales. Entre las más destacadas podemos mencionar el contacto directo que siempre buscaron tener con las autoridades locales de turno, llevándoles los preceptos de la vida cristiana como herramienta para fundar entre todos una sociedad mejor, como así también el apoyo desde la oración.


la voz del pueblo - 05/05/2013
El Hogar El Amanecer, un sueño misionero
 
La idea de construir un orfanato para niños surgió del propio Robert Elder, aunque la obra fue finalmente inaugurada por su sucesor, el pastor británico William Cook, el 18 de diciembre de 1919. Seis años más tarde, y por falta de recursos económicos, la denominación debió cederla al Ejército de Salvación
 
 
 










"La idea de construir un orfanato para niños nace en el corazón del pastor Roberto Elder, aunque no lo alcanzó a ejecutar, ya que en el 1918 tomó su año sabático, y la construcción se culminó tiempo después, en manos de su sucesor, el misionero Guillermo Cook", explicó Medina.
Y es verdad: la historia cuenta que fue el misionero William Cook quien lanzó la iniciativa de levantar un orfanatorio u hogar para niños, que posteriormente pudo concretarse merced al apoyo de toda la comunidad tresarroyense el 18 de diciembre de 1919.
"Según los datos históricos que tenemos", completó el pastor actual de la denominación, "uno de los colaboradores más generosos don Juan B. Istilart, quien incluso tuvo a su cargo uno de los discursos durante la inauguración del hogar. En su alocución, él le pidió a las autoridades municipales de entonces que quedara asentado en el Libro de Oro de Tres Arroyos el nombre de Guillermo Cook por la obra que le estaba entregando a la ciudad".
Una vez inaugurado, con sus cómodas instalaciones y con capacidad para unos cincuenta niños, la iglesia siguió manteniendo el hogar a través de los fondos que la misión le enviaba desde Gran Bretaña. Pero allá por 1925 no pudo seguir haciéndolo, y la congregación local tampoco tenía los recursos económicos como para seguir haciéndose cargo del orfanato. "La iglesia local no quería de ninguna manera desligarse de esa responsabilidad, pero no tenían otra opción, asi que con mucho dolor, con mucha tristeza según los datos históricos que tenemos, se transfirió al Ejército de Salvación. Dicen que el día de la cesión fue una jornada de llanto, de dolor, porque la iglesia se desprendía de uno de sus hijos más preciados". contó el pastor Medina.
Presentes en Tres Arroyos, también, desde principios de siglo, los salvacionistas se hicieron cargo de la institución respetando el único requisito que les habían impuesto sus hermanos evangélicos: que el orfanato siguiera cumpliendo la labor para la que fue construido.
Y cumplieron. Durante muchos años, el Ejército de Salvación contuvo y educó a cientos de huérfanos en el bello edificio de Rocha y La Madrid, hoy por hoy tristemente demolido. Y triste es, también, la historia de su desaparición. Aunque esa es, justamente, otra historia.



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