martes, 9 de noviembre de 2010

hacia el 90° aniversario de claromecó

desfile 6 de noviembre 2010

(foto de la voz del pueblo)














(fotos de la bitácora claromecó)






(foto rcc)

la voz del pueblo- 08/11/2010
Emotivos homenajes a dos pioneros de la villa


Ahora las calles 26 y 7 se llaman Emiliano García y Antonio Fernández Molina. Todo Claromecó sigue con su participación, cada una de las numerosas actividades previstas para este festejo tan especial
Merecidos homenajes

Por la mañana, en la esquina de 26 y 7, se produjo un doble homenaje a dos pioneros locales como fueron Antonio Fernández Molina y Emiliano García. El evento fue organizado por el Museo Regional Aníbal Paz, llegaron vecinos, descendientes de los homenajeados y se contó con la presencia de la directora del Organismo Descentralizado Mary Souto. En principio fue descubierta una placa sobre la calle 7, que a partir de ahora lleva el nombre de Antonio Fernández Molina. El integrante del Museo e historiador local Hugo Cortés explicó que el homenajeado "fue el primer impulsor del turismo y el primer comerciante, cuando acá no había nada". Fernández Molina conoció el lugar en 1900, y un año más tarde solicitó permiso al mayordomo de la Estancia San Francisco para instalar un pequeño hotel de chapa y maderas. Fue ése el génesis del turismo local, y ante la creciente demanda, en 1905 se asoció con Inocencio Ruiz y ambos construyeron un nuevo emprendimiento con 12 habitaciones. La presencia de veraneantes fue creciendo en forma notable, Claromecó ya iba cobrando forma de pueblo balneario. En 1914 el hotel fue desmantelado, pero seis años más tarde Fernández Molina volvió, compró un lote en el lugar exacto donde ayer se realizó el homenaje, y construyó el primer Hotel Claromecó, ya de material. Por eso la importancia de su figura como visionario del lugar, cuando aún la localidad no existía.
La bisnieta de Fernández Molina y las autoridades del museo fueron quienes descubrieron la placa que indica que la calle 7 lleva desde ahora el nombre del pionero.
Y también fue redescubierta una placa sobre la Avenida 26, que lleva el nombre de Emiliano García. El nombre de la avenida ya existía, y también la placa, que había sido retirada cuando se pintó el Hotel Claromecó. Ahora fue colocada una nueva, que recuerda entonces el nombre de quien por muchos años fuera presidente de la Sociedad de Fomento, y un gran trabajador en las entidades intermedias. Un sobrino del homenajeado, Jorge García, fue el encargado de realizar el descubrimiento de la placa.

INTERESANTE MUESTRA DE ARTES PLASTICAS DE ARTISTAS CLAROMEQUENSES EN EL CENTRO CIVICO


En una jornada con lloviznas y por momentos lluvias, totalmente diferente a la del sábado, Claromecó prosiguió con los festejos por su 90º aniversario. En la tarde quedó habilitada una muestra artística en el Centro Cívico organizada por la Biblioteca Dr. Bernardo Houssay. Se logró convocar a diferentes artistas plásticos locales, aquellos que exponen sus trabajos habitualmente, pero también quienes realizan actividades artísticas y nunca mostraron sus trabajos. De manera que varios de los expositores de la muestra presentaron su material por primera vez. La Biblioteca montó en el Centro Cívico una moderna instalación, con estructuras tubulares sobre las que se colocaron las obras.


torneo de ajedrez

Estuvo organizado por la Comisión de Ajedrecistas de Claromecó y se realizó el fin de semana en en el balneario Nahuel Epú, Estos son los resultados:

1º puesto: Tumini, Juan. Tres Arroyos.
2º puesto: Canaparo, Marcelo. Claromecó.
3º puesto: Coronel, Pablo. Reta.
Mejor Juvenil: Arredondo, Ivo. Claromecó.


la voz del pueblo 09/11/2010
El museo, memoria viva de un pueblo
Con el nombre de su fundador, el Museo Regional Aníbal Paz.


Busca construir su sede propia. También tiene intenciones de realizar tareas en la Estancia San Francisco

El Museo Regional Aníbal Paz funciona actualmente en la ex confitería de la actual terminal de ómnibus y abre sus puertas los fines de semana. Tiene una comisión directiva integrada por trece personas, entre ellos por Rolando Florez y Fermín Massigoge. Ellos cuentan que "el museo nació por iniciativa de Aníbal, él tenía el famoso bar El Farolito y ahí empezó a juntar objetos y distintos elementos que los fue poniendo en exposición".
Continúan el relato expresando que "a medidados de la década del 80 nos empezamos a juntar con un grupo de gente, entre ellos estaban los Iturricastillo, y formamos la comisión pro museo. Aníbal y su esposa Nelly Ferrando fueron los principales impulsores del nacimiento de la institución".
La institución como tal comenzó sus actividades en calle 9 entre 28 y 30, en una pequeña construcción de chapa aún existente. Luego funcionó durante muchos años en lo que era la oficina de turismo, hoy en día el nuevo Banco Provincia que se inaugurará en este aniversario. Precisamente cuando se iniciaron las gestiones para la instalación de la entidad bancaria, el museo fue trasladado a la ex confitería de la terminal. Tras el fallecimiento de Aníbal Paz, Nelly Ferrando pasó a ser el emblema del museo. Integró siempre las comisiones directivas e impulsó el desarrollo de la entidad. En la actualidad, la también ex docente, se encuentra atravesando algunas dificultades con su salud y viviendo en Tres Arroyos, pero sigue siendo para el resto de los integrantes la "jefa espiritual" del grupo.
Entre los proyectos a futuro de la institución, Florez y Massigoge señalan que "tenemos grandes objetivos y trabajos cotidianos. En lo inmediato, cuando se mude la terminal, hemos solicitado el predio para extender el museo, queremos aprovechar el espacio para colocar carruajes y embarcaciones que tenemos. Otro de los grandes proyectos es nuestra propia sede, ya contamos con un terreno cedido por el municipio en calle 11 entre 30 y 32. Allí queremos construir la sede, pero realizar una réplica de una de las construcciones de la Estancia San Francisco, que luego fue la Escuela Agrícola. Apuntamos a que funcione allí el museo y que se convierta también en centro cultural. Y el otro gran objetivo es precisamente la Estancia San Francisco. Hemos realizado gestiones y próximamente se nos asignarán 46 hectáreas de ese predio, la idea es trabajarlas y de esta manera obtener fondos apuntando a la conservación y preservación de ese lugar histórico que significa el nacimiento mismo de Claromecó. Hay que trabajar mucho, reconstruir y reacondicionar porque está todo en ruinas. Hubo varias ideas para reflotar la Estancia San Francisco, que nunca se llegaron a concretar, muchos egresados de la carrera de turismo han presentado proyectos al respecto".
Acerca de los objetivos a corto y mediano plazo, los integrantes del Museo Regional mencionan "el concurso de murales que organizamos durante este año. Lo lanzamos en ocasión del Bicentenario, y ahora para el aniversario los murales ya están listos. Los ganadores fueron Silvia Foiritti, Fabián Gorostegui y Eduardo Bianchi. Los murales fueron pintados en el sector donde funciona el Museo y en una de las paredes del Centro Cívico. También estamos pensando en organizar un concurso de fotos antiguas, y continuar colocando nombres de personajes históricos a las calles de la localidad".

Homenaje
Precisamente, en el marco de los festejos por el 90 aniversario, el Museo colocó el nombre de Antonio Fernández Molina a la calle 7. La historia de Fernández Molina no es del todo conocida, y se trata de un pionero absoluto de lo que hoy es Claromecó. Fue tal vez el primero en tomar conciencia del valor turístico del lugar. Lo conoció en 1900 cuando visitó a su yerno José Zonza que era telegrafista de la oficina de la Estancia San Francisco. Así conoció la costa, y esto despertó su deseo de afincarse, y obtuvo la autorización del mayordomo Alejandro Fitere. Al año siguiente instaló un pequeño hotel. La gente fue llegando en mayor medida, por lo que en 1905 decidió asociarse con Inocencio Ruiz, desmanteló el hotelito y erigió en el mismo lugar otro más amplio con 22 habitaciones. En 1914 el emprendimiento fue desmantelado y adquirido por los Bellocq. Pero Fernández Molina volvió a Claromecó en 1920, adquirió un lote de terreno y edificó un nuevo hotel de 12 habitaciones. Se trató del emblemático Hotel Claromecó, que años más tarde pasara a manos de la familia Di Croce, que lo explotó comercialmente hasta 1997.

No hay comentarios :

Publicar un comentario