domingo, 24 de marzo de 2013

día de la memoria, vecinos en busca de su identidad


la voz del pueblo - 24/03/2013
DIA DE LA MEMORIA
En busca de la identidad
 
Más de veinte vecinos iniciaron los trámites legales para saber si fueron apropiados durante la dictadura. Así lo indicó Laura Di Paolo (en la foto de Marcelo Pla, junto a sus hijas), una de las referentes del nodo local de Red por la Identidad
 
Más de veinte personas en Tres Arroyos han iniciado los trámites legales desde Red por la Identidad para saber si fueron apropiados durante la última dictadura militar. Así se desprende del testimonio de la trabajadora social local, Laura Di Paolo.
La profesional, que habló con LA VOZ DEL PUEBLO, reveló además que desde el año 2008 (en que comenzó a funcionar el nodo local de la Red por la Identidad en Tres Arroyos) "hemos tomado varias presentaciones espontáneas -de la ciudad y de la zona- y se han presentado denuncias tanto de embarazo, como de posibles apropiaciones". Es más, según precisó, se han visto sorprendidos "por la cantidad de casos. Sabemos que hay gente viviendo en esta ciudad, o con familia aquí, que duda de su identidad".
Al ser consultada sobre si en Tres Arroyos hay más datos ocultos de los que se pueda suponer respecto a lo ocurrido en la dictadura, respondió que "sí". Y agregó que "al igual que en el resto del país, hay muchas personas que han sido adoptados o inscriptos como hijos naturales sin serlo; algunos de ellos podrían ser hijos de desaparecidos que fueron adoptados de buena fe; pero también existen casos en que se les cambió su identidad y se los condenó a vivir con la mentira y el ocultamiento de su verdadero origen; delito que continua ocurriendo".
En este sentido, indicó que "todavía faltan encontrar a 400 niños que fueron apropiados durante la última dictadura cívico-militar". Sostuvo también que"en algunos casos, esos niños apropiados, hoy adultos, sienten culpa porquedevelar la propia identidad implica poner en evidencia el delito cometido por sus apropiadores, y esto hace que sea más difícil tomar la decisión de comenzar a buscar respuestas".
Di Paolo no conoce este tema sólo por testimonios de personas que se le acercan a pedir ayuda al nodo local de Red por la Identidad. Ella es hija de un matrimonio de desaparecidos. Relató a este diario que nació en Tres Arroyos, pero que "ya estábamos en La Plata cuando a mi padre lo secuestraron y a mi madre la asesinaron, en febrero de 1977. Crecí con mi familia materna, luego de haber estado aproximadamente un mes en Casa Cuna; con mi familia paterna la relación fue complicada y actualmente no tengo trato", dijo con total franqueza.
Se recibió de trabajadora social en Mar del Plata en el año 2003. Se desempeñó en diferentes escuelas públicas y desde hace siete años trabaja para el Patronato de Liberados. Está casada con Javier Goyeneche y tienen dos hermosas hijas, Victoria y Jazmín, de 7 y 5 años respectivamente.
Para colaborar con Red por la Identidad no es necesario pertenecer a ningún partido político, ni a ninguna entidad u Organización No Gubernamental.

El cierre de una etapa
Lo ocurrido con sus padres lo fue conociendo "naturalmente", en el seno de la familia materna. "Desde que era pequeña, no recuerdo un momento particular en el que me lo contaran; había fotos y se recordaban fechas significativas; siempre estaban presentes", indicó y puso de manifiesto que decidió hacer lo mismo con sus hijas para que vayan conociendo desde siempre lo sucedido con sus abuelos.
Laura está entrenada para poder desarrollar la paciencia. Se trata de un ejercicio que le ayudó a esperar en la lucha para ser reconocida legalmente con los apellidos de sus padres.
En este sentido, recordó que "no me habían inscripto en el Registro de las Personas y ante su ausencia, mis abuelos tampoco podían hacerlo. Buscaron asesoramiento legal y me adoptaron. Pero llegó el momento en que sentí la necesidad de ser reconocida legalmente como hija de mis padres y por ende llevar sus apellidos".
En consecuencia, debió primero "pedir la nulidad de la adopción (año 2004) y luego solicitar la filiación materna y paterna, que se tramitó en diferentes juzgados. Contar con los estudios de ADN realizados en el Hospital Durand, de la ciudad de Buenos Aires, allanó el camino; los turnos fueron gestionados por medio de la CONADI (Comisión Nacional para el Derecho a la Identidad), primero con mis abuelos maternos; luego con mis cuatro tíos y mi abuela paterna".
Expresó que "han pasado muchos años" y subrayó que "la Justicia fue muy lenta. Surgieron problemas y contratiempos, pero tuve el apoyo y la ayuda de mucha gente en este recorrido hasta que finalmente el año pasado fui inscripta hija de mi mamá y muy pronto voy a poder usar mi apellido, San Martín Di Paolo".
Es un largo camino, con un resultado que genera satisfacción. "Realmente me colma de alegría y alivio, al poder cerrar una etapa que parecía no terminar jamás. Que lo legal sea reflejo de lo real, que mis padres ocupen ese lugar que yo les tenía reservado y que de ahora en adelante me acompañen mirando al futuro; es una pequeña batalla ganada a esa dictadura que me los quitó", concluyó.

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