Residuos tecnológicos
Lunes, 09 de Abril de 2012
La Escuela Técnica realizó oportunamente una interesante campaña. Y el municipio organizó recolecciones programadas. El sostenido alza en las ventas genera la acumulación de dispositivos y equipamiento en desuso
En ocasiones anteriores hemos señalado la necesidad de encontrar solución al problema acumulativo de los residuos tecnológicos, que se extiende a todo el mundo; inclusive mencionábamos que una de las multinacionales más enormes había logrado reordenar la recuperación de algunos productos en beneficio propio. Ese superávit no planificado ascendía a tantos millones de dólares que originó la formación de una empresa independiente con jugosos rendimientos.
Tiempo atrás, con la participación de estudiantes de la Escuela Técnica, se buscó recuperar los elementos desechados en cuanto hace a su reutilización. Posteriormente se han efectuado recolecciones programadas por el municipio, que se anuncia que volverán a desarrollarse. Muchos metros cúbicos, para definirlo de alguna manera, se lograron en donación y si bien originalmente se determinó su entrega sin cargo a una empresa que lo derivaría para su eventual aprovechamiento, algo de ese material, al menos, tuvo finalmente destino final en alguna planta residual vecina.
El panorama que se puede esperar en los próximos tiempos es más grave todavía, ya que los vaticinios de venta de productos crecen constantemente. En este sentido, si en el año 2011 se facturaron 11.600 millones de pesos en el conjunto del país, lo que significó un crecimiento cercano al 50% respecto a 2010, para el año que corre se estima que llegará a 16.000 millones de pesos, es decir algo así como el 40%.
Por todo ello es valioso reflejar lo que piensan y ejecutan en otros lugares donde el problema es similar o peor. En general, se reconoce que el Estado no ha podido solucionar los inconvenientes, nada extraño si se toma en cuenta que la disposición final de basura domiciliaria tampoco logra soluciones completas en todos lados, menos aun en las grandes ciudades.
"E-basura"
En la zona de La Plata, bajo la denominación de "E-basura", en un predio del área de Tolosa que ha sido donado a la Universidad de La Plata se ha construido un galpón en el cual trabajan cotidianamente 50 personas. Allí se recibe esa chatarra electrónica, que se repara y recicla en la medida de lo posible, para ser destinada a prestar servicios en escuelas rurales, comedores barriales y también en unidades carcelarias. La Facultad de Informática es la que asumió ese compromiso, recibiendo los desechos electrónicos de empresas y particulares para su reparación y una vez que funcionan adecuadamente, se les instala un software diseñado por la propia universidad, tras lo cual se dona a entidades de bien público, brindándose la capacitación que se requiera.
Análisis local
Se ha puesto de relieve el enorme valor social, educativo y cultural, ya que se afirma que cada habitante de las ciudades más pobladas genera 3,5 kilogramos de esa chatarra cada año, aunque el promedio nacional sería de 2,5 kilos. En Tres Arroyos, si se aplica ese dato, cada doce meses nuestro distrito crea un desecho de entre 150.000 y 210.000 kilogramos, que se repite anualmente y va creciendo.
Si ese material se destina a los basurales tradicionales, esto origina una contaminación peligrosa en el agua y la atmósfera. Pero el tema es más serio todavía, porque la estimación es que el 75% de los aparatos electrónicos en desuso se acumulan en oficinas, depósitos y viviendas, provocando igualmente contaminación.
Con demoras, la Municipalidad de Tres Arroyos va marchando hacia la puesta en funcionamiento de la planta de reciclado anunciada hace tiempo, instalación que bien podría formar parte de un proyecto integral. Dada la vinculación que el Centro Regional de Estudios Superiores tiene con la universidad platense, no debería ser difícil encontrar información amplia sobre el emprendimiento que comentamos y fundamentalmente orientación sobre la viabilidad de imitar el ejemplo. Inclusive, no deja de ser interesante que los residuos tecnológicos de nuestro medio tengan destino en un proyecto universitario de beneficio social.
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