en el distrito de tsas, la gran deuda: el cuidado ambiental

la voz del pueblo - 07/04/2013

¿Por qué las aves?

Por Horacio Ramírez

Las aves son, en general, bellas. Las líneas aerodinámicas de sus cuerpos emplumados, sus colores, cantos, etc., constituyen un bálsamo para la vista, una caricia al espíritu.
En términos técnicos, las aves son seres notorios del paisaje ante la vista del observador común, pero también son notorias las aves para el especialista. En efecto: si bien no existen pruebas de que concentrarse en defender a las aves permita extender el "paraguas de protección" al resto del ecosistema, sí es cierto que las poblaciones de aves son bioindicadoras, esto es: indicadores de ciertos estados ambientales bajo estudio, que se expresan a través de las aves.

La protesta de muchos turistas de Reta en el verano pasado, se centró en la ausencia de las aves en la zona de la albufera y alrededores. La justificación de esa significativa ausencia, no parecía difícil de dar: el bullicio de automóviles, camionetas, cuatriciclos, gente en kayaks, etc., espantó a las aves... todo ese movimiento alcanzó su clímax destructivo durante las 24 Horas de la Corvina Negra. Bajo circunstancias como éstas, las aves se van, desaparecen, van a buscar refugio o alimento en otras lagunas de la zona. El resultado es la frustración del turista, ya que la albufera es presentada como un sitio de concentración de aves, un paisaje para disfrutar con la vista... y cuando llegan, por motu proprio o por entusiastas invitación, no hay nada: ni un ostrero, ni playeritos, ni flamencos a lo lejos... nada.

¿Por qué las aves? Porque las aves son indicadores biológicos, importantes para evaluar el estado de salud ecológica del ambiente.
¿Por qué las aves? Porque son un recurso turístico. De hecho, con el miedo a contrariar al turista, se lo deja invadir todos los espacios y es así, en su ignorancia, como se termina destruyendo aquello mismo que se venía a visitar, convirtiendo al visitante en un depredador activo (a través de sus vehículos o cacería) o pasivo (por su simple presencia perturbadora) del recurso turístico.
¿Por qué las aves? Porque son conspicuas, fáciles de detectar e identificar y ayudan a describir la dinámica ecológica del ambiente donde prosperan, como, en este caso, en los humedales de la zona cercana a la desembocadura, y que ya ha sido estudiada por Aves Argentinas. Al haber sido registradas desde hace mucho, su análisis numérico sirve para detectar cambios de las diferentes poblaciones de otras especies: su prosperidad o ausencia es un importante indicador de otras variables relacionadas con la dinámica poblacional del área.

La zona de la albufera de Reta es un ambiente que ha sido declarado paisaje protegido en dos instancias -municipal y provincial- y, afortunadamente, la Dirección de Medio Ambiente de Tres Arroyos está reactivando el servicio de guardafauna para la zona, lo cual podría servir de núcleo de fomento de atracción turística ayudando a conservar la cantidad de aves, viéndolas desde lejos, promoviendo el sitio como zona de especial atractivo turístico...
Es que no es difícil educar al turista: a través de la pedagogía en el mismo ambiente, se mejora la calidad del turismo y se protege el entorno.
Por esto, las aves. Porque proteger a las aves de Reta es proteger a Reta.