La noche en que Linquemalel ardió para reunir a su pueblo
El sábado por la tarde el pueblo tresarroyense de
Lin Calel vivió un momento único e inolvidable, cuando pasadas las 21:30 los
tambores de la compasa Copercu comenzaron a dar vida a la leyenda del Indio
Linquemalel.
Linquemalel, protector del pueblo, según el relato
concebido por el ingenio de los niños de la Escuela Rural Nº 31, quienes este
año narraron junto al profesor y artista tresarroyense Alan Arias la historia
del aborigen. Según ellos cuentan, fue el protector de la localidad y originador
del nombre actual.
Esta práctica habitual de aula tomo mayores
dimensiones y desafíos cuando la directora del establecimiento, Milagros Donett,
junto con el artista decidieron darle vida al Indio y la docente Paula Milellas,
convirtiendo a la leyenda en una escultura de más de 4 metros de altura, que
debía ser quemada para que la unión del pueblo, los deseos de buenos augurios y
esperanza fuera total y perdurara en el tiempo.
El evento contó con el apoyo de alumnos, vecinos y
las direcciones de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Tres Arroyos, siendo
el mismo declarado de Interés Municipal.
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