Lo que dejó las 24hs. de la Corvina Negra
Sería demasiado
pretender que, en una sociedad en muchos aspectos ignorante y poco comprometida
como la nuestra, a un concurso masivo de pesca se le diera un enfoque más propio
del siglo XXI. Supongo que es muy iluso esperar que evolucione y adquiera una
mirada más respetuosa y amigable con el medio ambiente. En un mundo donde van en
aumento las preocupaciones con respecto a la subsistencia de la industria
pesquera y a la sostenibilidad de las capturas comerciales, donde –según la
FAO-más del 52% de las regiones pesqueras se encuentran plenamente explotadas
con capturas en el límite máximo sostenible, un 16% sobre explotadas, y un 7%
totalmente agotadas, sería una gran colaboración para con un cambio de
mentalidad, que desde un concurso masivo como lo ha sido Corvina Negra 2015, se
alentara y educara a practicar la pesca con devolución en lugar de tener que ser
espectadores de la triste foto de un podio donde se muestran colgados animales
muertos a modo de trofeos. Es perfectamente factible medir y pesar la pieza
lograda sin necesidad de que el animal deba morir.
Pero eso, insisto, sería demasiado pedir de nuestra
sociedad que, con estas prácticas, atrasa varios años. Lo que sí debiéramos esperar -o mejor dicho, exigir-
es algo mucho más básico aún: algo tan lógico y evidente como el cuidado de la
higiene de nuestras playas. Algo tan simple como no arrojar basura. Los
pescadores se fueron, pero las playas de Claromecó han quedado repletas de
residuos. Quienes hemos bajado hoy a la costa, fuimos tristes
testigos de una gran cantidad de botellas plásticas de gaseosa, bolsas, paquetes
de cigarrillos e incontables colillas, líneas de pesca, bandejas de comida,
tapas, paquetes de galletitas, latas de cerveza , de bebidas energizantes, y una
larga lista de otros desperdicios arrojados al suelo, sin el más mínimo respeto
y educación hacia la naturaleza y hacia las demás
personas.
Evidentemente, el
respeto por el medio ambiente y el cuidado e higiene de nuestras playas no es de
interés para la gran mayoría de los pescadores que ayer participaron de las 24hs
de la Corvina Negra 2015. Y tampoco de las autoridades que organizaron y por
ende, tienen la responsabilidad de evitar que esto ocurra. Y es importante
comprender que no se trata de limpiar al día siguiente, sino de evitar que se
arroje basura en primer lugar. Supongo que el interés y negocio del torneo va
claramente por otro lado.
Mario
Gervasi
9 de febrero 2015
9 de febrero 2015
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